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Los clientes suelen contratar a contratistas y pagarles tarifas de consultoría o, más a menudo, contratan a consultores y se preguntan por qué cuestan más que un contratista que podrían contratar en CraigsList o HotJobs.

Esperamos que este artículo establezca una distinción útil entre estos dos tipos de servicios tan diferentes.

¿Cuál es la diferencia?

Tanto los consultores como los contratistas son personas externas que cobran por sus servicios (normalmente) a través de procesos de facturación entre empresas, en contraposición a los salarios W-2 de los empleados. Más allá de esta similitud administrativa, difieren radicalmente en cuanto a sus características básicas, los problemas que resuelven y lo que exigen de usted, el cliente.

Un contratista es un coche de alquiler. Usted recibe el vehículo, pero tiene que proporcionar el destino, la inteligencia de conducción y la dirección.

Un asesor es una limusina con chófer que le proporciona una agencia de gestión de limusinas. Todo lo que tiene que hacer es decirle a su chófer cuál es su agenda del día y él o ella seleccionará el destino, planificará la ruta y le llevará hasta allí. Y si surge algún problema (digamos que el chófer se pone enfermo), la agencia le proporcionará todo el apoyo que necesite para minimizar el impacto sobre usted y sus planes.

Vale, puede que me gusten demasiado las analogías, así que aquí tienes cómo se aplica esto a los proyectos reales:

Un contratista tomará tus planos y, solo o en equipo, construirá tu proyecto según lo especificado, quizá con sugerencias de cambios tácticos sobre la marcha.

Un consultor evaluará la realidad y los retos de su empresa, trabajará con usted para seleccionar los problemas que hay que abordar en el orden correcto, definirá las soluciones para cada reto, desplegará los recursos y ejecutará los proyectos siguiendo la hoja de ruta secuenciada. En el caso más sencillo, esto puede significar que un consultor le ayude a construir un análisis estratégico de negocio** que usted cree que necesita construir en el transcurso de un proyecto; en casos más complejos, un consultor puede ser su socio en una hoja de ruta de transformación empresarial plurianual.

¿Necesita un contratista o un consultor?

Debería contratar a un contratista si todos los puntos siguientes son ciertos:

  • Sabe qué valor de negocio (rentabilidad, retención de clientes, eficiencia operativa, etc.) está tratando de impulsar

  • Conoce los retos que, de resolverse, aportarían el valor empresarial deseado

  • Tiene especificaciones y diseños detallados para la solución mencionada en el punto anterior

  • Tiene la seguridad, basada en pruebas, de que ha abordado los puntos anteriores de forma independiente y con éxito

  • Te has examinado a ti mismo y no crees que tus respuestas afirmativas a las preguntas anteriores sean el resultado de una arrogancia injustificada

  • Tiene la capacidad demostrada por la experiencia para dirigir a un contratista en la prestación del tipo específico de servicio necesario para llevar a cabo su proyecto

  • Tiene la experiencia necesaria para anticiparse a los problemas y la capacidad y el presupuesto para recuperarse si algo sale mal

Si uno o más de los puntos anteriores no se cumplen en su caso y en el de su equipo, necesita una consultoría de análisis empresarial con las competencias necesarias para complementar sus niveles de experiencia y que merezca su confianza.

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